Son muchos los nuevos desafíos que tienen por delante todas las industrias productivas a nivel mundial como resultado de la pandemia que a todos nos ha tocado vivir a consecuencia del Covid-19. El aislamiento forzado ha provocado una caída en la economía mundial que hoy por hoy, pone a prueba nuestra capacidad de adaptación y creatividad para dar solución a estos nuevos desafíos.
Esta incursión a la denominada “nueva normalidad” requiere que planteemos soluciones que no solo tengan un impacto beneficioso en la delicada rentabilidad que perciben las empresas, si no que pensemos en condiciones restrictivas de trabajo, la responsabilidad en la seguridad del personal y de los clientes de una forma que no habíamos hecho antes.
Hablemos ahora de las soluciones que la tecnología nos ofrece para aliviar esta carga y responder de la forma más efectiva posible a los nuevos modelos logísticos y operativos.
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Entendiendo que el aislamiento social obligatorio es sumamente esencial para mantener al personal seguro y prestar nuestra colaboración para detener la expansión del virus, debemos invertir en soluciones de supervisión y escritorios remotos. De esta manera podremos afrontar gran parte del problema de disponibilidad presencial del recurso humano cualificado.
Es por esta razón, que soluciones tecnológicas que dispongan de sistemas de comunicación, que permitan monitorizar las operaciones de forma remota son grandes aliados en las operaciones post pandemia.
La aplicación del IIoT (Industrial Internet of Things) en la maquinaria ya disponible y la implementación de software de gestión industrial, son soluciones atractivas a la hora de aplicar el teletrabajo y monitorizar las operaciones de forma eficaz, en tiempo real y con datos precisos.
Una de las soluciones de automatización tecnológica más atractivas en la nueva normalidad post Covit-19 en las industrias productivas es la implementación de visión artificial. Gracias a esta tecnología es posible:
Gracias a la visión artificial podemos manejar nuevos esquemas logísticos, detectar automáticamente anomalías en la cadena de producción, de forma rápida, eficaz, con registros rígidos, mientras reducimos el riesgo de reincidencias o paradas forzadas por condiciones que puedan comprometer la seguridad. Cuidamos de forma remota a nuestros clientes y empleados.
Estas soluciones permiten además adaptar modelos de control de inventario y movilización logística de productos a través de equipos de mínima supervisión.
La más avanzada aplicación de los mecanismos de visión artificial, no solo se aplican únicamente a la autogestión y automatización de procesos, si no que tenemos opciones de realidad aumentada como mecanismo de solución y contacto con personal de mantenimiento y reparación de los equipos.
Uno de los problemas más frecuentes es conseguir disponibilidad para solucionar imprevistos en las maquinarias de producción, pero aplicando cámaras y sistemas de visión adecuados, podemos conseguir personal calificado que dé asistencia remota y que transmita instrucciones en tiempo real, para solventar paradas no programadas en los equipos de la planta.
Esta es una de las ideas más atractivas actualmente para la mayoría de los fabricantes, quienes solucionan necesidades técnicas aplicando realidad aumentada en tiempo real.
La asistencia remota tiene un carácter vital dentro de las operaciones industriales y es un mecanismo indispensable para todos los fabricantes a nivel mundial. Más allá de la asistencia técnica, los canales de asistencia remota mejoran el funcionamiento de los ya existentes recursos tecnológicos y mecánicos de cualquier fabricante.
El rol principal de las soluciones de asistencia remota recae en su potencial para disminuir costes, detectar anomalías y solventar inconvenientes relacionados a escasez de recursos intelectuales apropiados para los desafíos que se presenten.
Estos mecanismos pueden venir en forma de plataforma de comunicación instantánea, sistemas de gestión telefónica en horarios extendidos, software de detección y control monitorizado a distancia…
La mayor parte de los retos a los que los fabricantes a nivel mundial se enfrentan, y se apresuran a solucionar, tienen que ver con la supervisión de las operaciones, la reducción de la carga de responsabilidad por parte del personal humano para la creación de entornos más seguros y una mayor accesibilidad a personal especifico bajo relaciones profesionales flexibles, que le permitan a las organizaciones y plantas evolucionar a una autogestión perdurable en el tiempo.
La delicada situación económica a nivel mundial obliga a los fabricantes a valorar el tiempo productivo de su maquinaria, las capacidades de trabajo y su compromiso con la seguridad, respuesta que podemos encontrar gracias a una aplicación inteligente de los recursos tecnológicos al mejor estilo de la industria 4.0.
Aunque estamos aún lejos del modelo autogestionado por inteligencia artificial, esta nueva normalidad ha empujado el desarrollo de las plantas productivas hacia ambientes más avanzados y tecnológicos, como mecanismo diferenciador para satisfacer las nuevas y exigentes necesidades de los clientes, que sin lugar a duda esperan que sus marcas de confianza puedan ofrecer mejores productos.