La paletización y la despaletización son dos conceptos que se ubican dentro de los procesos industriales. Ambos hacen referencia a las técnicas que se utilizan para el transporte de mercancías y de materias primas a través de palets en las fábricas y almacenes.
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Técnicamente hablando, el paletizado es la acción de disposición y organización de mercancía dentro de un palet. Esto se realiza para su posterior traslado, ya sea para la distribución y comercialización del producto o para su uso como parte de un proceso productivo mayor.
El objetivo de la paletización es conseguir comodidad y consonancia de cara a la manipulación de la carga. Aunque todavía existen muchas organizaciones que realizan el paletizado y el despaletizado de las mercancías de manera manual a través de sus trabajadores y operarios, la tendencia en la Industria 4.0 es que estas acciones se están dirigiendo hacia una automatización cada vez más rápida y modernizada. Hay muchos motivos que explican esto pero si hemos de destacar tres, serían los siguientes:
Cuando se hace con robots, estamos hablando de paletización y despaletización automática. Existen robots propios para cada una de ellas pero también puede suceder que en algunas empresas una misma máquina (debidamente calibrada y programada) realice ambas tareas. Es importante destacar que los robots de paletizado se encargan de reunir y almacenar los bienes o el material que sale de una línea de producción. En cambio, los robots despaletizadores tienen por objetivo retirar el material de un palet e insertarlo en la cadena de producción. Esa es la principal diferencia, la fase y el material con el que trabajan.
La forma de los robots de paletizado varía dependiendo del objetivo que tienen que cumplir. Principalmente encontramos los brazos robóticos, los robots articulados y los robots antropomórficos. Su elección depende de la materia que tengan que transportar y manipular, la cantidad y velocidad del traslado… Estos son, entre otros, los principales factores que influyen.
Las fases de la paletización son pocas y más sencillas de lo que uno pueda pensar: el robot coloca el palet primero con una precisión milimétrica en el lugar exacto, después llegan por la cadena de montaje los bultos que hay que transportar y colocar, el robot los sitúa de acuerdo a unos parámetros que han sido previamente establecidos mediante un software propio y, una vez hecho esto, se retira el palet completo de carga y se vuelve a empezar. Lo más impresionante de esto es que los robots trabajan los 365 días al año por lo que es fácil recuperar la elevada inversión inicial que supone adquirir este tipo de maquinaria.
Por su parte, el robot de despaletización también tiene mucha importancia en la industria y en los procesos industriales, aunque muchos de los esfuerzos de las empresas estén enfocados en el de paletizado. Existen muchas ventajas por las que incluir esta maquinaria como un elemento más de la plantilla de una empresa y es que estamos hablando de robots muy dinámicos.
Pueden adaptarse a distintos tamaños de envases que manejar y transportar y también se pueden acondicionar a los distintos tamaños de palets. Al contrario que los robots paletizadores, sus fases de trabajo son distintas: reciben la mercancía en palets, los desmontan y colocan el género en la línea de transporte para que pueda ser procesado. En resumen, los robots de paletizado y de despaletizado son como las dos caras de una misma moneda. Todos trabajan en el proceso industrial pero unos trabajan en la fase final del proceso y otros en la primera fase o en las intermedias.