La inteligencia artificial ha cambiado en gran medida la forma de interpretar y ejecutar los trabajos de ingeniería en las industrias. Con equipos tecnológicos capaces de mostrar comportamiento inteligente es posible obtener soluciones ágiles, seguras y potentes aplicadas a procesos complejos que antes eran campo exclusivo del ser humano.
Las AI incorporadas en los equipos han permitido un altísimo nivel de automatización en todos los procesos industriales, acercando a las marcas visionarias al modelo productivo 4.0.
¿Quieres saber cómo lo hacen, qué ventajas ofrece y qué aplicaciones existen?
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Para entrar en contexto, la inteligencia artificial hace referencia a una serie de algoritmos y sistemas de cómputo cuyo objetivo es imitar un comportamiento inteligente. Los sistemas de inteligencia artificial o AI se integran a los equipos de hardware para crear dispositivos capaces de imitar ciertas características de la mente humana como el aprendizaje o la toma de decisiones basándose en datos.
Esta propiedad es clave para la industria 4.0 donde se requiere que el personal humano y los robots se comuniquen de manera contante a través de la nube o el internet de las cosas (IoT), analizando datos de toda la línea de producción y tomando decisiones en tiempo real.
Para ello, primero se debe dotar a los equipos de la capacidad de comunicarse entre sí, gestionar cantidades masivas de información y tomar decisiones propias según su análisis. Todo esto es posible gracias a la AI.
La AI no es un concepto nuevo, de hecho, se encuentra presente en diferentes formas de la vida cotidiana:
Las AI están en todos lados y son una realidad a la que ninguna marca que desee permanecer largo tiempo en el mercado podrá escapar siendo, además, una de las bases fundamentales de los procesos óptimos y automatizados de las fábricas inteligentes del mañana.
Fuera de las aplicaciones cotidianas, las AI están transformado la forma que tienen las empresas para ejecutar, controlar y gestionar cada uno de sus procesos. Estas aplicaciones, aunque parezcan futuristas, pueden integrarse hoy mismo dentro de tu propia marca con la asesoría adecuada.
Aquí siete ejemplos de aplicaciones de inteligencia artificial en la ingeniería industrial:
Los robots industriales y robots colaborativos son dos de las más grandes aportaciones de la AI a los procesos de fabricación.
Los robots industriales son capaces de crear marcas de trazabilidad en los productos, detectar requerimientos, comunicarse con otros robots para coordinar acciones de trabajo, ahorrar recursos y reprogramas su velocidad o tipo de actividad según lo requiera la línea de producción. Todo de manera autónoma con excelentes resultados.
Por otro lado, los cobots pueden compartir el mismo espacio de trabajo que las personas, de manera segura y precisa, siendo capaces de realizar cualquier tarea repetitiva al alcance de una mano humana.
Esta herramientas inteligentes y versátiles pueden reprogramarse con facilidad, por lo que poseen un dinamismo único, librando al personal humano de las tareas tediosas o repetitivas en cualquier área.
Uno de los pilares base o requisitos fundamentales para la realización de la industria 4.0 es la seguridad de los sistemas de información y las redes empresariales.
Para ello, es posible aplicar módulos de inteligencia artificial que detecten comportamiento inusual en los equipos o en las redes industriales, garantizando el funcionamiento coherente de los equipos y maximizando la seguridad de la planta.
De esta manera la seguridad deja de ser un conjunto de sistemas mecánicos, para convertirse en verdaderos entes virtuales, capaces de detectar con gran precisión cualquier intento de violación o fraude.
Otra de las aplicaciones más solicitadas de la inteligencia artificial en las industrias son los sistemas de apoyo al mantenimiento predictivo.
Distribuyendo sensores adecuadamente a través de los equipos que hacen vida en la planta, se puede medir el funcionamiento y la “salud” de cada uno. Mediante la aplicación de inteligencia artificial se pueden crear sistemas de supervisión en tiempo real capaces de detectar los fallos, incluso antes de que ocurra un evento.
La capacidad de monitorizar el rendimiento de los equipos y prevenir paradas inesperadas es fundamental para cumplir con las exigencias de cualquier tipo de mercado.
Los equipos de visión artificial se apoyan en la inteligencia artificial para detectar cualquier tipo de anomalía en los productos, con niveles de sensibilidad microscópicos, a velocidades que un ser humano no puede igualar sin cometer errores.
La tranquilidad de tener cada producto final comprobado, que cumpla con los estándares de calidad y que no posea intrusos (catastróficos en sectores como la alimentación) es simplemente indispensable.
Más allá de la detección, es posible entrenar a las líneas de producción para que eliminen de manera inmediata cualquier elemento que no cumpla con los parámetros establecidos, por lo que el control que permiten la AI a lo largo de todos los procesos es insuperable.
Hasta hace una década controlar actividades como el pick and place de piezas desordenadas eran tareas que se consideraban imposibles para los robots ya que estos eran mecánicos y respondían a escenarios prefabricados, por lo que cualquier desviación generaba una interrupción en el trabajo.
Gracias a las AI, los equipos industriales son adaptativos y pueden realizar de manera automatizada todo tipo de procesos complejos, manejando con suma eficiencia áreas como la logística, el picking, el embalaje, el transporte y el diseño de rutas optimas por su cuenta.
En la actualidad, la cantidad de tareas que pueden automatizarse gracias a la inteligencia artificial son casi ilimitadas.
La inteligencia artificial abrió la puerta de las industrias al Big Data, sistemas capaces de gestionar cantidades realmente masivas de información para reconocer patrones y facilitar la toma de decisiones.
La cantidad de variables complejas y el poder de procesamiento de estos sistemas supera con creces las capacidades humanas, por lo que gracias a ellos se pueden predecir sucesos, modelar conductas o descubrir oportunidades que de otra manera serian imposibles de ver.
La aplicación de inteligencia artificial a cerrado en gran medida la brecha que existe entre el proceso productivo y las actividades consideradas de oficina.
Los análisis de datos de interés, satisfacción del cliente y control de mercado que se logra a través de la inteligencia artificial puede generar información valiosa, que a su vez permite autorregular las operaciones de los robots.
De esta manera, una planta puede reconocer las futuras demandas de material o productos y programar su propio esquema de trabajo según lo que exija el mercado.
Esto además es una gran forma de llamar la atención del público, ya que la aplicación de tecnología novedosa y funcional como los robots colaborativos incrementan la confianza del cliente, impactan en la calidad el producto final y ayudan a innovar en el sector industrial.
La inteligencia artificial es más que una herramienta, de hecho, puede ser considerada una gran oportunidad de negocio.
La inteligencia artificial a pesar de ser poderosa y versátil dentro de la industria, apenas a rasgado la superficie de todo lo que será capaz de hacer en un futuro cercano.
La visión que se espera alcanzar es que las plantas operativas puedan verse como entes inteligentes, capaces de comunicarse internamente y pasar datos al personal humano, creando lazos colaborativos de gran eficiencia.
Para que esto sea posible en tu sector, solo hace falta que, des el paso hacia la digitalización industrial, para que disfrutes de todo lo que la inteligencia artificial ya les ofrece a las marcas más visionarias y, probablemente, a tus competidores.
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