Puede que si no sabes nada sobre robots te parezca que son casi lo mismo, pero lo cierto es que, aunque pueden realizar tareas similares, realmente son dos cosas muy diferentes.
Cada cual tiene ventajas y desventajas en el terreno del otro, muy interesantes de saber, sobre todo si tenemos la intención de adquirir alguno de ellos.
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En esencia es un brazo robótico programable que puede realizar tareas parecidas a las humanas pero mucho más agiles y precisas.
Cuenta con la ventaja de ser mucho más meticuloso y puede repetir un movimiento miles de veces consecutivas sin cansancio. Estos pueden ser en sí mismo un mecanismo aislado o también formar parte de un sistema robótico más grande y complejo.
Generalmente estos brazos están compuestos por seis articulaciones que juntan siete partes de sí mismos y están programados para distintas funciones desde su ordenador central que hace las veces de cerebro.
Pueden ser utilizados en grandes empresas para automatizar y optimizar procesos de manufacturación, agricultura, militarmente, líneas de ensamblado, impermeabilización y aplicación de soldaduras entre muchos otros.
Cumplen una función repetitiva, intensa y exhaustiva en un mismo lugar.
Su tamaño compacto permite tener varios de ellos en un mismo lugar, realizando tareas técnicas a muy altas velocidades y con muchísima precisión (aumentando la producción). Además, también pueden llegar a ser muy resistentes y duraderos.
Además de lo anteriormente descrito, debemos destacar que el brazo robótico convencional se desenvuelve como un autómata, ejecutando su actividad gracias a sensores y cámaras que le ayudan a saber cuándo realizar una acción y cuando no.
El área de trabajo en la que operan los brazos robóticos industriales debe ser cuidadosamente monitoreada y evitar la afluencia de personal, esto se debe a que estar demasiado cerca de ellos podría causar accidentes (no es lo más común pero no son tan seguros como un robot colaborativo).
Además, suelen tener precios muy elevados, tanto de compra, como de mantenimiento. Son realmente muy resistentes pero eso no los exenta de fallar con el tiempo.
En esencia un robot colaborativo (también llamado cobot) es aquel que está hecho y programado para ejecutar labores con la ayuda de un colaborador humano. Ambos tienen un rol protagónico en la tarea que efectuaran juntos. El humano por su parte será quien aportará el ingenio, destreza y capacidad de adaptación mientras que el cobot será el encargado de aportar la fuerza y la precisión.
Ahora adentrémonos en las ventajas y desventajas que estos increíbles compañeros pueden aportarnos.
El instituto tecnológico de Massachusetts (MIT) ha demostrado que las tareas realizadas en colaboración entre humanos y cobots son 85% más productivas. Esto se debe a que ayudan a automatizar tareas repetitivas que por lo general no pueden hacer otros robots tradicionales.
Analicemos un poco todas sus ventajas:
A diferencia de sus hermanos los robots industriales, pueden tener casi cualquier forma que se adapte a las tareas que emprenderán, desde un brazo que sirva para soldar, a uno que atornille.
La capacidad que tienen estos robots es casi ilimitada ya que son fácilmente programables (no requiere de grandes conocimientos en robótica).
Los cobots son capaces de realizar actividades que puedan poner en riesgo al personal de la empresa. Por ende, se convierten en un ahorro de dinero para nada desestimable.
Estos robots se han popularizado cada vez más no solo por su utilidad, ventajas competitivas y capacidad de adaptación, sino también por sus bajos costes y el retorno de inversión tan potente que tienen (puede recuperarse en menos de un año si es bien utilizado y en un negocio rentable).
A diferencia de los robots industriales, no necesitan vallas de seguridad ni elaborados protocolos de utilización. De hecho, como hemos dicho antes, han sido creados con la intención de que humanos y maquina puedan trabajar juntos sin incidentes.
Aunque no lo pareciera, los robots colaborativos sí que tienen desventajas en cuanto a tareas industriales muy definidas, esto se debe a que son, en comparación a los robots industriales, mucho más lentos, capaces de cargar menos peso y también menos resistentes en general.
Están destinados a apoyar en actividades humanas, no a sustituirlos. Es por ello que, aunque puedan ser útiles, quizá no son las herramientas ideales para ciertas tareas con niveles de producción muy altos y en tiempos de culminación muy reducidos.
Una de las diferencias más importantes entre un brazo robótico y un robot colaborativo es la forma en la que cada uno de ellos lleva a cabo sus funciones. Siendo técnicamente es una batalla entre la versatilidad y la especialización.
Si bien un brazo robótico industrial puede efectuar tareas diferentes, el brazo colaborativo está hecho para ser mucho más versátil y como hemos dicho antes, ofrece un entorno más seguro para el personal humano que trabaja junto a él.
Algunas de sus diferencias esenciales más importantes son:
Brazo robótico (de 2.3m/s a 4m/s)
Robot colaborativo (de 0.5m/s a 1m/s)
Brazo robótico (600-700kg de carga)
Robot colaborativo (de 10kg a 14kg)
Brazo robótico (Alcance limitado por el diseño)
Robot colaborativo (1300 mm máximo)
Brazo robótico (difícil de programar, poco versátil)
Robot colaborativo (Muy fácil de programar, extremadamente versátil)
Aunque el brazo robótico es muy útil para empresas que producen a gran escala, el robot colaborativo alberga una novedad tecnológica y versatilidad mucho mayor.