Si hace unas semanas os hablábamos de la integración vertical de una empresa, hoy vamos a comentar la integración horizontal, otra técnica de dirección empresarial muy utilizada en muchas organizaciones de alrededor del mundo.
Para hablar de integración horizontal, no hace falta que utilicemos ejemplos de grandes multinacionales. Podemos imaginarnos la siguiente situación: un emprendedor abre un restaurante que ofrece comida coreana en el centro de Madrid y tiene éxito. Analizando su notoriedad y los beneficios que este restaurante le dan, el dueño del restaurante quiere crecer empresarialmente y toma la decisión de expandirse a otras zonas del centro de Madrid. Empieza a abrir restaurantes de comida coreana por toda la Comunidad y sigue creciendo y creciendo y da el salto hacia otras ciudades del resto de España: Bilbao, Sevilla, Barcelona, Valencia… Cinco años después de abrir su primer establecimiento, el empresario cuenta con diez restaurantes de comida coreana distribuidos por toda España. Este ejemplo define a la integración horizontal de una empresa: vender un tipo de producto en diferentes mercados.
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Según Economipedia, “la integración horizontal es una estrategia que adopta una compañía cuando busca ofrecer sus productos o servicios en diferentes mercados” . Por lo tanto, podemos sacar en conclusión que la integración horizontal está relacionada, por una parte, con la dirección estratégica de una empresa y ,por otra, con la producción de la misma.
Principalmente, existen dos métodos para integrar horizontalmente una empresa y que esta consiga sus objetivos de nuevos mercados. El primero consiste en crear una serie empresas subsidiarias que, aunque tengan una base muy parecida a la empresa matriz, ofrezcan productos que satisfagan distintas necesidades.
Por ejemplo, el grupo Inditex tiene varias marcas de ropa que se dirigen a distintos targets. Zara tiene su propio público objetivo, así como también lo tienen Bershka, Pull & Bear… Sin embargo, todas ellas operan dentro del mercado textil y, juntas, ocupan una cuota en el mercado muy considerable.
El segundo método de integración horizontal consiste en la adquisición de empresas que operan en el mismo mercado pero en otras zonas. Siguiendo el ejemplo del restaurador, esté, a la hora de expandir su restaurante de comida coreana a otras ciudades de España, podría hacerlo montando su restaurante en un local nuevo o adquirir un restaurante coreano de las zonas objetivo para consolidarse más fácilmente. Esta estrategia es muy común y muy lógica, ya que adquiriendo una empresa de la zona que ya está consolidada y que conoce bien el mercado, facilita mucho más la integración de la empresa que la compra. Las empresas que se internacionalizan suelen actuar de esta manera.
Son, principalmente, dos:
El objetivo de la integración horizontal de Marketing es que la empresa de haga con una mayor cobertura de mercado. Para ello se organiza una red de empresas subsidiarias en las que se pone a la venta un bien o servicio en distintos segmentos de un mercado.
Por el contrario, este tipo de integración establece una serie de plantas de producción en los que se ofertan productos muy parecidos.
Existen una serie de motivos por los que la integración horizontal puede ser una buena estrategia y una serie de inconvenientes que pueden resultar negativos.
La principales ventajas son:
Por otro lado, los principales inconvenientes de la integración horizontal son:
Apple suele tomarse como ejemplo de éxito tanto en la integración vertical como en la integración horizontal. Con respecto a la que hoy comentamos en nuestro blog, la empresa estadounidense aprovechó el conocimiento y la tecnología que disponía para la producción de teléfonos móviles y se lanzó al mercado de las tablets. Como consecuencia, diseñó y elaboró el Ipad y se estableció como uno de los grandes competidores en este mercado.
Desde la crisis financiera de hace unos años, cada vez leemos más noticias de fusiones entre bancos. Estas se toman también como ejemplo de integración horizontal. Aunque hay que analizarlas bien porque en determinadas zonas puede haber peligro de monopolio, los grandes bancos han ido adquiriendo otros más pequeños y han ampliado su cuota de mercado. Por ejemplo, en el año 2014, el banco BBVA adquirió Catalunya Caixa, lo que incrementó su presencia en el mercado bancario español y ayudó a que este se introdujera en Cataluña.