La Real Academia de la Lengua Española define la palabra proceso como el conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial. Si buscamos el término “proceso industrial” o procesos industriales en Google, Wikipedia lo define como un procedimiento que involucra pasos químicos, físicos, eléctricos o mecánicos para ayudar en la fabricación de un artículo o artículos, que generalmente se llevan a cabo a gran escala.
¿Qué es un proceso industrial? Un proceso industrial es todo aquel que convierte una materia prima en un bien o producto final. Generalmente el bien es producido en masa y se destina al consumo para un gran público objetivo. Estos procesos industriales empezaron a surgir con la Segunda Revolución Industrial, en el siglo XVIII.
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La principal característica es que el objetivo de un proceso industrial es utilizar y manejar materia prima obtenida de distintos recursos naturales y emplearla para fabricar un producto en masa.
Otra peculiaridad es que los procesos industriales listan, ejecutan y desarrollan las tareas o fases necesarias para que esa materia prima pueda ser acondicionada y utilizada. Es decir, organizan y efectúan el proceso que tiene que sufrir la materia prima para convertirse en el bien o producto final.
Si hablamos en términos socioeconómicos, el proceso industrial se distingue porque es muy relevante para la economía de toda la población. De no existir los procesos industriales, prácticamente el 90% de los bienes que consideramos imprescindibles en nuestro día a día no existirían. Y si se realizaran de manera artesanal, serían demasiado caros para nuestro bolsillo. Tampoco hay que olvidar que la clase media que conocemos hoy en día es consecuencia directa de los procesos industriales que vinieron de la mano de la Segunda Revolución Industrial. Por lo tanto, los procesos industriales abaratan y hacen más asumibles económicamente los bienes de consumo.
En definitiva, el objetivo de un proceso industrial es hacer más fácil la vida del consumidor final, simplificar los procesos de producción y crear sociedades más prósperas.
Se centra en un trabajo en concreto con previa demanda. La fabricación de aviones o de barcos, que no son bienes de consumo habitual, son ejemplos del proceso industrial por trabajo. Este tipo de proceso requiere de una gran cantidad de mano de obra y de recursos.
Son procesos que producen bienes sin interrupción durante periodos de tiempo determinados. De esta manera, consiguen una producción más eficiente y rápida. Normalmente duran las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Mediante este proceso suelen fabricarse productos estándar de consumo diario, como el papel, la pasta o el azúcar.
Este método de fabricación trabaja de tal manera que se crean los productos en grupos o cantidades específicas y en una época concreta. La característica más interesante de este tipo de proceso industrial es que se realiza toda la producción paso a paso. Es decir, no se pasa de fase hasta que todos los productos no hayan finalizado la fase anterior. Normalmente se utiliza en sectores donde los estándares de calidad son muy altos o los productos son muy estacionales. Un ejemplo de esto es la impresión de libros.
Aunque es un tipo de proceso muy parecido al de flujo continuo, el matiz que les diferencia es que el proceso industrial en masa se organiza en torno a ciclos de producción y ciclos de descanso. Por lo demás, sigue la línea de a mayor producción, menos costes y más abaratamiento del producto y mayor competitividad. Los bolígrafos que usamos para hacer nuestros apuntes son un ejemplo de este tipo de proceso.
No todos los procesos son óptimos para todas las empresas ya que no todos son adecuados dependiendo del producto que se fabrica en ellas.. Es por ello que las empresas deben estudiar detalladamente el tipo de bien que producen y establecer qué proceso industrial es ideal para éste.
A continuación, hemos preparado cuatro ejemplos de procesos industriales:
Aunque ya se ha mencionado anteriormente, es importante recordar que las sociedades modernas crecieron y se desarrollaron, en parte, gracias a la Revolución Industrial y la utilización de los procesos industriales. La vida es más fácil y más asequible para la población media porque podemos consumir productos de calidad a un bajo precio.
Sin embargo, no debemos olvidar que los recursos de los que disponemos no son ilimitados. La economía se resume básicamente en satisfacer unas necesidades ilimitadas en base a unos recursos limitados. Estos recursos nos son facilitados a través de la naturaleza por lo que, si no son extraídos y usados de manera consciente y respetuosa, se genera un impacto medioambiental negativo que no puede ser analizado a largo plazo.
Durante las últimas décadas, la concienciación sobre la explotación de los recursos naturales y la extracción de estos de una manera sostenible cada vez tiene más protagonismo en el entorno empresarial y político. Es por ello que las empresas y la industria en general se han reorientado hacia una producción más sostenible y una explotación de recursos menos dañina para el planeta.