Desde hace algún tiempo, tímidamente se puede observar como algunos centros de enseñanza han implantado para los más pequeños (y los no tan pequeños) lo que se conoce como Robótica Educativa. Aunque por el término podemos hacernos una idea de lo que se trata, en la entrada de hoy profundizaremos un poco sobre esta metodología educativa.
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Cuando hablamos de Robótica Educativa, nos referimos a un sistema de enseñanza multidisciplinar que utiliza robótica y programación como técnicas de aprendizaje para la resolución de problemas. Se engloba dentro del método STEM, un acrónimo que viene del inglés y que hace referencia a Science, Engineering, Technology & Mathematics. Es un sistema poco convencional comparado con el sistema al que estamos acostumbrados ya que parte de la base de aprender jugando. De esta manera, el aprendizaje se vuelve más ameno, el papel del formador pierde importancia y el del formado la gana.
La Robótica Educativa se adapta a todas las edades y ofrece un acceso a la tecnología desde una edad temprana, algo con lo que los niños de hoy en día, conocidos también como nativos digitales nacen debajo del brazo.
Lo más interesante de la Robótica Educativa es la lista de ventajas que ofrece a quienes la utilizan. De entre todas ellas, estas son las más importantes:
Muchos de los problemas y retos que se plantean en la Robótica Educativa requieren de trabajo en equipo para encontrar una solución por lo que trabajar de esta manera se convierte en algo habitual. De sobra es sabido que el trabajo en equipo es una habilidad muy valorada en todos los aspectos de la vida por lo que, entrenarla desde pequeño puede ser muy beneficioso. Pero no sólo el trabajo en equipo se desarrolla, sino también la capacidad de trabajo individual.
Actividades propias de la Robótica Educativa como el pensamiento computacional hacen que los niños aprendan a usar el pensamiento crítico como algo natural. Al mismo tiempo, gracias a la capacidad de análisis, los problemas se perciben como algo más fácil de desmontar y de abordar, se encuentran distintas soluciones para cada uno y se puede escoger el método más eficiente para llegar a ellas. Las personas con más respuestas a un reto tienen más recursos y son más escépticas a soluciones “milagro” Como consecuencia, son menos manipulables y más independientes. Enseñar esto a los jóvenes desde pequeños no es otra cosa que darles recursos para la vida en general.
Sobre esta ventaja es necesario destacar las diversas habilidades que se desarrollan gracias a la Robótica Educativa:
Quizás esta sea la más importante de todas. Hace años, saber lenguaje de programación era algo de lo que sólo algunos eran capaces. Hoy en día, todavía algunos se resisten a aprenderlo, pero la tendencia va hacia ellos. Lo que está claro es que, dentro de unos años el lenguaje de programación será algo tan básico como saber idiomas ¿Por qué sucede esto? Porque la digitalización avanza a pasos agigantados.
Muchos de los problemas a los que nos enfrentamos en nuestro día a día pueden ser “desmenuzados” en pequeñas partes para poder llegar a una solución. El pensamiento computacional ayuda a aislar conceptos, construir secuencias y a esquematizar y representar algoritmos.
Curiosidad, capacidad de investigación y análisis…La Robótica Colaborativa riega todas estas habilidades para que crezcan dentro de los que la utilizan como método de aprendizaje.
En un mundo cada vez más interconectado (donde la tecnología tiene un peso importantísimo) es muy positivo que todos sepan, no sólo utilizarla sino entenderla. En este aspecto la Robótica Educativa juega un papel fundamental.
Quizás esta sea la habilidad más divertida que desarrollan los que aprenden a través de la Robótica Colaborativa. Tal y como hemos comentado anteriormente, la Robótica Educativa es una técnica donde el que aprende juega un papel mucho más activo y no tan pasivo en el aprendizaje. Es decir, “aprende haciendo”. Cuando el aprendizaje se vuelve ameno, fomenta la creatividad y la innovación. Es bien sabido que las personas innovadoras suelen tomar el camino del emprendimiento y, a la larga, acaban desarrollando grandes ideas de negocio.
Es difícil que haya inconvenientes a la hora de implantar un sistema educativo tan innovador y efectivo. Sin embargo, existen varios impedimentos por los que todavía no podemos ver más centros que ofrezcan Robótica Educativa como nos gustaría:
En los países en los que gran parte de la Educación recae en manos del Estado, es habitual que los cambios propuestos tarden en implantarse y no perduren en el tiempo. Un tipo de educación como la Robótica Educativa supone un cambio de mentalidad con el tipo de educación que venimos recibiendo desde hace tiempo y cambiar la mentalidad de toda una sociedad hacia algo nuevo es muy gradual. Sumado a esto, requiere de una gran inyección de dinero para comprar recursos y tecnología para poder implementarla correctamente.
No hablamos de nada nuevo cuando decimos que los cambios siempre generan rechazo. Si ello implica cambios en la educación de las nuevas generaciones, este rechazo irá en aumento. Si bien es verdad que en países muy tecnologizados como Corea del Sur, Japón, Taiwán o EEUU esto llevo tiempo siendo algo muy común, en otros países la Robótica Educativa supone todavía algo anecdótico.
El futuro a corto-medio plazo plantea una sociedad donde muchos puestos de trabajo serán realizados por robots. Aunque hoy en día esto sólo ocurre en puestos muy específicos, el sector de la Educación no quedará excluído de esto. Aunque de la misma manera que destruirá empleo, por un lado, lo creará por el otro, la narrativa en la mentalidad de la sociedad es que el uso de la Robótica es perjudicial para el mercado laboral.